Algunas de sus películas y series le han convertido en el galán e ídolo de las jovencitas. Sin embargo, el director Álex de la Iglesia ha querido ir más allá, encontrando en el interior del atractivo actor al cómico que siempre ha llevado dentro. Si en ‘Las brujas de Zugarramurdi’ ya vimos un esbozo, en ‘Mi gran noche’, nos encontramos con la versión más loca y divertida de Mario Casas.
Corazón ¿Sintió el peso de la responsabilidad cuando recibió la llamada de Álex de la Iglesia para ofrecerle a Adanne, el personaje protagonista?
Mario Casas Esta película ha sido todo un regalo, pero como te metas en el mundo de ser responsable, ya va mal, hay que disfrutarlo. Yo confío mucho en Álex. Le vendí mi alma para ‘Las brujas de Zugarramurdi’ y en esta película, no podía decir que no cuando me mandó el guión y vi el ‘look’ que iba a tener. Es un personaje que he llevado siempre dentro. Me apetecía mucho reírme de mí y de situaciones que he vivido con fanes o demás. Me lo he pasado tan bien.
C. ¿Pero ha podido disfrutar tanto como el resto de sus compañeros?
M.C. Claro, yo tenía a los compis hasta arriba porque llegaba por la mañana, me ponía la peluca y era el personaje hasta que me la quitaba. Hugo (Silva) no podía más y me decía que me fuera de su lado. Ha sido duro porque no se basa en querer hacer reír o hacer el payaso, tienes que creerte a este tío y yo lo hice. Yo he visto a gente como Adanne, ¿todos no? En las redes sociales, por ejemplo. Hay cosas que he metido que están por ahí, como lo de formar corazones con los dedos, aunque no voy a dar nombres (risas).
C. ¿Y Chayanne qué pensará de su personaje?
M.C. Me va a decir: “Ole chaval. Muy bien” (risas). El personaje tiene cosas de Chayanne, pero Poty, que ha sido nuestro coreógrafo, ha creado una personalidad especial, porque no queríamos parodiar a nadie.
C. ¿Se ha llevado su peluca rubia de recuerdo?
M.C. No, pero me la hubiese quedado para irme a bailar por ahí.
C. ¿Qué tal la experiencia de tener a Raphael como compañero?
M.C. Muy bien. Me ha sorprendido por lo profesional que es. Se dejó guiar por Álex… No dijo que no a ningún chiste, como, por ejemplo, en el que se nombra a Julio Iglesias. He aprendido de su profesionalidad y eso de llevar toda la vida y darle igual hablar con quien fuera. Me he encontrado a alguien humano y trabajador. Por eso está ahí. Él entiende muy bien la peli y creo que también le ha venido muy bien. Se quiere reír de sí mismo y lo consigue, porque el espectador sabe que él no es así.
C. Reconozca que alguna vez ha imitado a Raphael…
M.C. En algún karaoke, como todos. Raphael es como nuestro padre. Lleva ahí desde siempre.
C. A partir de ahora, cuando oiga la canción ‘Mi gran noche’ ¿a qué le va evocar?
M.C. Me va a venir a la cabeza la película entera y, sobre todo, el personaje, Adanne. Lo hemos trabajado mucho y me he convertido en el ‘set’ en otra persona. A veces, hasta Álex me decía que parara.
C. ¿Qué tal se le han dado los números musicales?
M.C. Yo le dije a Álex que no sabía bailar y él me dijo que no me preocupara porque estaba Poty, que es maravilloso. Al final, nos tiramos a la piscina y salió. Te tienes que creer que este tipo baila así, que es entre grimoso y tierno.
C. ¿El momento más hilarante?
M.C. El de la espuma, que a Álex le encanta. Hubo un instante en que la espuma subió mucho y los que estábamos ahí metidos no éramos capaces de salir. Pepón Nieto no podía dejar de llorar y toser. Era una feria, un parque de atracciones. Álex y yo tenemos mucha conexión, aunque no tenemos nada que ver.
C. ¿Qué tiene Álex que no tengas otros?
M.C. No sé, pero nos llama a todos y vamos de cabeza. Tiene una energía que parece que todas las películas que hace son las primeras y trata a los actores muy bien. Desprende ganas de trabajar y es increíble escucharlo, porque es culto y sabe mucho de cine.
C. ¿No le vamos a ver próximamente en televisión?
M.C. Han llegado cosas, pero me daba miedo después de ‘Los hombres de Paco’ y ‘El Barco’. La televisión te encasilla mucho y quería, de momento, hacer proyectos de cine porque la tele te quita dos o tres años. Además, he tenido proyectos de cine chulísimos. Sí me gustaría hacer alguna miniserie, que puedes construir un personaje con principio y fin, pero si llega un buen proyecto, que me apetezca, seguro que lo acepto. La diferencia entre tele y cine cada vez va a ser menos, con Movistar y Netflix.
C. En esta película se han reencontrado con dos ‘Hombres de Paco': Hugo Silva y Pepón Nieto.
M.C. Sí, son gente con la que he crecido y siguen siendo los mismos. Me han enseñado muchas cosas y uno no puede bajarse de ahí, hay que seguir al nivel de estos grandes actores y personas.
C. ¿Se ve dando el vuelco a actor cómico?
M.C. Yo, lo que me propongan. Siempre he tenido un payaso dentro. En el cole, me gusta imitar a Cruz y Raya y a los Morancos con mi mejor amigo. Mi familia y mis amigos me conocen en estos papeles. Me ven más en estos personajes de comedia. Mis amigos con Adanne me vacilaban: “Tienes una cara de ostia”, me decían (risas).
C. ¿En qué otros proyectos le vamos a ver?
M.C. 'Toro', con Luis Tosar, y estoy con otra peli, que aún no tiene nombre fijo, en la que trabajó con José Coronado, entre otros. Es un ‘thriller’ psicológico increíble. Y 'Los 33', que llega a España en enero.
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