Mario Casas se hace mayor. Aún soporta con la sonrisa pícara el griterío de las adolescentes, pero sus personajes crecen con él. El último: un empresario de éxito acusado de asesinato en 'Contratiempo', su debut en el 'thriller', que se rueda este noviembre en el Parc Audiovisual de Terrassa. Un traje a medida que le ha diseñado Oriol Paulo (Barcelona, 1975), que ya demostró su buen tino para el género como coguionista de 'Los ojos de Julia' y con su ópera prima, 'El cuerpo', por el que fue nominado al Goya. Ahora vuelve a otra intriga con fiambre. El personaje de Casas, Adrián Doria, se despierta un mal día con un cadáver en su cama. Es inocente, pero le quieren colgar el muerto. “Es un guion maravilloso que te atrapa desde el primer minuto”, asegura el actor gallego, al que acompañan Jose Coronado, Bárbara Lennie y Ana Wagener en los principales roles. A ellos se suman Francesc Orella, David Selvas, Paco Tous e Iñigo Gastesi.
Paulo apunta en su segundo largometraje, del que firma asimismo el guion, a una intriga con tintes judiciales en la que mantiene la narración fragmentada de su debut. “Me gusta mucho fragmentar las historias, pero esta no tiene nada que ver con 'El cuerpo', es más caleidoscópica y explico de dónde vienen todos los personajes”, explica Paulo durante un descanso del rodaje en los platós de Terrassa, donde se han construido el elegante piso del protagonista y un hotel de montaña de aire retro.
TRAS LA SENDA DE FINCHER
El cineasta se sirve de 'flashbacks' para reconstruir los hechos que desembocan en la presunta culpabilidad de Adrián. Durante el transcurso de una noche, este preparará su defensa con la mejor especialista del país, papel que asume una Wagener de rubia sofisticada. Pero la aparición de un nuevo testigo de cargo amenazará su estrategia. “Yo soy el contratiempo”, desvela Coronado, que repite con Paulo tras componer al torturado inspector de 'El cuerpo'. Ahora es un padre que vive retirado en la montaña y le desinfla el salvavidas a Adrián. A Lennie le toca en suerte ser la amante del joven, una fotógrafa de moda que entre viaje y viaje le visita hasta que “la cosa se tuerce”.
“Siempre busco borrar al actor y que salga el personaje”, apunta Paulo, que ha dibujado unos personajes adinerados y triunfadores, a excepción del montañero. En cuestión de estética, se dejó guiar por ‘Zodiac’, de su admirado David Fincher. Hitchcock se quedó atrás, admite. El que sí avanza es un Mario Casas para el que la película significa “un paso más en su carrera”. “Es el trabajo de construcción de un personaje más denso, con más matices y arcos que he hecho. Adrián es un treintañero emprendedor y muy inteligente que lo tenía todo: éxito, familia, quería comerse el mundo. Y de repente, se le viene todo abajo”. El mayor reto, dice, es el “tú a tú” que mantiene durante una buena parte del metraje con la profesional que intentará salvarle el pellejo. Un ‘tour de force’ que el intérprete ha ensayado a conciencia con Wagener.
INTRINCADO GUIÓN
Lennie, su amante en la ficción, destaca, más allá del puzle narrativo, la mirada del director “sobre la sutileza y el detalle”. “Le da gran importancia a los detalles, lo pequeño cuenta mucho”, valora la premiada actriz de 'Magical Girl', que en los dos últimos años ha vivido la eclosión en los cines tras años de éxitos en la escena de la mano del director Miguel del Arco.
Coronado, que elogia “el entusiasmo contagiante” de Paulo, comenta que 'Contratiempo' invita al espectador a “convertirse en investigador privado” para resolver el intrincado guion. Director y actores prefieren no dar más pistas sobre una producción que se ha rodado, además de Terrassa, en varias localizaciones de Barcelona y Vizcaya y que concluirá en diciembre en el Vall de Núria cuando la nieve haga su aparición. El joven director bascula la historia entre el mundo urbano, con gran protagonismo de la ciudad de Barcelona, y el rural. “En el trasfondo aparecen temas como la presión social por el éxito, pero ante todo hablo de emociones humanas”.
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