Es uno de los galanes más requeridos en España y, por qué no, en América y Europa. Desde hace algunos años las chicas se mueren por él, seguramente luego de su éxito en 3 metros sobre el cielo (2010), una de las películas más taquilleras de su patria. A partir de ahí, pasó de promesa a realidad y se ganó un lugar en el cine que lo llevaron a protagonizar, entre otros films, Ismael (Marcelo Piñeyro), que se estrenó hace una semana en la Argentina. Relajado, entre risas y de buen humor, Mario Casas charló con el Sí! vía telefónica.
–¿Por qué tenemos que ir a ver “Ismael”?
–Primero de todo por Marcelo Piñeyro (Tango Feroz, Caballos Salvajes, Plata Quemada, El Método), quien es un director con una capacidad bestial para contar historias. Después, porque hablamos de una película familiar, para todas las edades. Desde la historia de un niño de ocho años a la de un padre de 28, de la de una madre hasta la de una abuela.
–Tus papeles varían mucho de un film a otro, ¿lo buscas?
–Al final uno se basa en lo que le llega cuando lee un guión. Y guiones como Carne de Neón, La Mula, Grupo 7, en el momento en el que me llegaron y los leí por primera vez, los quería hacer. Siempre me he guiado por el corazón, por quién estaba detrás del proyecto muchas veces y otras por el director. La primera impresión, al final, siempre es el papel y son las líneas de un guión.
Para Casas, de 28 años, después de protagonizar 3 metros sobre el cielo (junto a María Valverde, su novia en la ficción y en la vida real) hubo un click en su vida: “Es un antes y después. Ya no en televisión, porque en España sí que era conocido por una serie (Los hombres de Paco) y además había hecho algunas cosas más. Pero digamos que en cine no era una cara reconocible hasta 3 metros en el cielo. Ahí hubo un boom de popularidad. Después de esa película, he tenido más oportunidades”.
–”Edén” fue tu primer film en inglés y luego llegó “Los 33”. ¿Te estás acercando a Hollywood?
–A mí no me gusta que lo llamen “Hollywood” (risas), que suena un poco pretencioso, un poco too much. Un actor crece a lo largo de su camino cuando le ponen nuevos retos y metas, y esas dos películas fueron eso. Hablar en otro idioma es mucho más complicado, entonces hay más constancia y trabajo detrás y ojalá que siga haciendo cosas para Norteamérica o Sudamérica. Para dónde sea.
–¿Qué significó trabajar con Antonio Banderas en “Los 33”? El te hizo debutar en cine...
–Que te digan que vas a estar con un actor español que es referente junto a Javier Bardem y Penélope Cruz, los iconos españoles que tenemos, es muy lindo. Pues... fue una casualidad cuando nos vimos, me ha cuidado. Ya le debía mucho, como tú decías, con él hice mi primera película y ya en la segunda lo hemos pasado bien.
Cuando se le habla de su popularidad en la Argentina, el nacido en La Coruña responde de manera eufórica: “¡Que me llamen de Argentina para trabajar! Siempre me pasa lo mismo. Hablo con gente de otros países y me dicen: ‘Tienes muchas fans’. Digo: ¡Coño, pero no me llaman a mí para trabajar (risas) en esos países! ¿Les puedes decir que hagan más ruido? A la Argentina la conozco cuando fui por Carne de Neón, me enamoré de todo. Es un país al que volveré seguro. A las fans les digo que sé que están deseando una tercera parte (en referencia a 3 metros sobre el cielo) y que intentaré luchar para que sea haga, aunque primero el autor del libro tiene que escribir la novela”.
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