lunes, 10 de septiembre de 2012

Mario Casas en la revista Tiempo

Los espectaculares datos de recaudación de Tengo ganas de ti consolidan la imagen de Mario Casas como apuesta segura en la taquilla. Un imán que atrae a las salas a legiones de espectadores cuando la industria española afronta su momento más difícil. Un actor en constante crecimiento empeñado en demostrar lo que vale. La Revista Tiempo ha entrevistado al actor.

¿Le apetecía volver a meterse en la piel de Hache en esta secuela?

Cuando me ofercieron la primera parte tuve que leer los dos libros de Moccia y se sabía desde un principio que si la peli funcionaba se haría una segunda parte. En el momento en el que tiene éxito, yo estaba deseando empezar esta segunda parte y volver a retomar el personaje y volver con el equipo, con toda esa familia que formamos durante el rodaje de Tres metros sobre el cielo.

Así que ha leído los libros de Moccia. ¿Le gustaron?

Los leí porque me ofercieron la priemra peli un año antes de que empezáramos a rodar. Entonces no había guión, no había nada. Fernando González me dijo que tenía ese proyecto entre manos y que quería que hiciera al protagonista. Entonces lo que hice fue leerme los libros, porque no tenía otra información. No es el tipo de literatura que a mí me gusta.

¿Y qué le gusta leer?

Ahora mismo estoy enganchadísimo a los libros de Juego de tronos [la saga Canción de hielo y fuego en la que se basa la serie de televisión].

Fernando González Molina apostó muy fuerte por usted y parece que no se ha equivocado.

Fer a mí me ha aportado muchísimo. Me ha dado la oportunidad de vertirme en actor y me está enseñando mucho. Es un magnífico director con una idea del cine y la televisión distinta, que atraiga a la gente a las salas. Para Tres metros, los productores tenían pensado otro actor y Fer fue el primero que dijo que si hacía la peli, me uqería a mí, porque quería que hiciera algo distinto a Los hombres de Paco.

Él es el que ha confiado en mí, me ha dado la oportunidad y ha creído en mis posibilidades, y mi viaje cinematrográfico y televisivo lo estoy haciendo con él. Nos hemos convertido en muy buenos amigos. Y creo que Fer va a dar mucho que hablar.

Supongo que esa confianza y su condición de protagonista deben de ser presiones añadidas en un rodaje. Si usted falla, todo se paraliza.

Es malo y no es justo, porque hay un equipo enorme detrás. Para la gente que no conozca cómo funciona el cine, es lógico que lo piense. Pero cuando ves una peli sabes todo lo que hay detrás.

Uno intenta hacerlo lo mejor que puede, dar el callo, porque hay muchas cosas que dependen del actor, no puede fallar, porque si falla el rodaje se puede venir abajo. Hay que intentar dar todo.

Hace unos meses estrenó Grupo 7, que ha sido muy bien recibida.

Grupo 7 está muy conseguida. En el momento en el que leí el guión, en la séptima página, ya quería interpretar al personaje, a Ángel. Porque además sabiendo como rueda Alberto Rodríguez, sabía lo que podía salir.

Creo que ha salido bastante redonda, porque el rodaje fue un caos, fue muy difícil rodar por Sevilla. No teníamos tiempo y había que rodarla así, cámaras al hombro. “Tira que se nos va la luz, corre para allí, salta para allá”. Y era bastante arriesgado.

Había que estar al 100%, darlo todo. Y se nota en esa verdad y ese realismo que emanan de la película.

Profesionalmente, ¿qué ha supuesto Grupo 7?

Profesionalmente nada, porque no me han ofercido más proyectos. Pero sí reconocimiento de la crítica y de un público más adulto, que confiaran un poco en mí. Es raro, porque a veces te ponen bien y otras mal, aunque a mí me han dado mucha caña siempre, y no me esperaba que me pusieran tan bien por esta. Soy el mismo actor que hizo Tres metros, Carne de neón, y luego Grupo 7. Tal vez es una peli que le llega a mucha más gente.

¿Le obsesiona una posible nominación a los Goya?

No me veo dentro de las quinielas por la carrera que llevo. A mí lo que me molaría es ir con la peli. El mérito lo tiene todo el equipo, en este caso Antonio [de la Torre] y Alberto Rodríguez. A mí lo que me obsesiona es no tener trabajo. Lo que me preocupa es hacer pelis, series y proyectos que sean dignos y poder seguir trabajando.

Antes de empezar esta entrevista y la sesión de fotos, ha advertido que no quiere aparecer sin camiseta. Pero en la película muestra el torso desnudo en varias ocasiones.

En el libro, de lo primero que habla es de sus abdominales. Hay una cosa que yo siempre pelearé. Yo antes de empezar 3MSC era un tío superdelgado y me preparé para esta película, me tuve que meter en un gimnasio cuatro meses y era una construcción del personaje, aunque a veces parezca gratuito lo de ir sin camiseta, el ver a un tío cachas, todo tiene su porqué. El personaje lo requiere, es un tío físico que cuenta mucho con su cuerpo.

¿Le molesta que le recriminen que aparece siempre sin camiseta?

Siempre hay que decir algo. habrá gente a la que no le guste cómo actúo, y otros tiran por lo de las camisetas. Para eso estoy yo, para seguir trabajando, y a mí me da igual porque me gusta ver mucho cine. Y en el cine americanoy europeo está a la orden del día.

Cualquier peli que veas, salen actores sin camiseta y no pasa absolutamente nada. En Memento, el protagonista se pasa el 85% con el pecho descubierto. O en El club de la lucha. Hay gente que se queda con El Barco, que es una serie más para adolescentes y ahí sí puede que sea más gratuito el que todos vayamos así.

Pero en Grupo 7 también salgo sin camiseta y se me sube una señora y me empieza a dar con una vara en el culo. Más morboso que eos… Cada uno ve las cosas como las quiere ver, pero lo seguiré haciendo si el personaje lo requiere.

Si está en la playa, echando unos guantes o follando, pues está sin camiseta. EL personaje cuenta eso, habrá pelis en las que lo tenga que hacer y otras no. Pero fuera, en EEUU o en Europa, no hay ese machaque.

Pero intenta que no le hagan más fotos sin camiseta, entiendo.

En una sesión de fotos es lógico que me quieran que me quite la camiseta, para ellos mejor. Pero en ese caso sí intento calmar un poco el no quitármela. Es complicado y siendo joven hay que cuidarlo.

En el cine me da igual. Pienso que al final voy a hacer una peli entera sin camiseta, para que digan. Prefiero que digan que me ven cada dos por tres sin camiseta a que digan que soy un pésimo actor que no valgo para nada.

Puede que sea una pregunta tópica, pero a usted se le asocia mucho con Hache. En realidad, ¿qué tiene en común con él?

No mucho, ¿no? Mi vida no ha ido por ese camino, no he hecho carreras de motos, no me he peleado, porque me habrían dado de hostiras. A lo mejor tenemos en común la adrenalina, la velocidad, el ser tan impulsivos. Pero soy mucho más tranquilo y no me meto en nada y no ando a hostias, ni lo paso tan mal como lo pasa el personaje.

En esta película tiene una tórrida escena en lo alto del mirador de Barcelona. ¿Prefiere las escenas de amor o las de acción?

Esa escena en concreto fue en enero y fue horrible. Prefiero las de acción. Porque con ese frío, con cuarenta personas a tu alrededor, desnudo, no puedes pensar.

En Tengo ganas de ti hay escenas de acción que parecen peligrosas. ¿Manejaba usted la moto?

Me gusta intentar hacer las escenas de acción, porque le da realismo al personaje y pueden encuadrarte la cara, porque a veces se nota que no es el mismo actor. A veces es imposible, como en el puerto, en este caso, por seguridad. La producción de la película no te va a dejar hacer una serie de cosas.

Además, lo que hace el director de fotografía antes de empear la escena es mojar el suelo: “Esto le da mucho drama a la escena”, dice.

Creo que cada noche en el rodaje tenían que lidiar con centenares de fans que se agolpaban en las vallas para verle. ¿Cómo se vive con tanta atención a su alrededor?

Lo llevo bien. Va por días. Intento que no me afecte y resguardarme bastante, en el campo, en mi casa, y venir preparado con energías cuando me meto en el centro de la ciudad. El otro día fui al parque de atracciones, era un miércoles por la mañana y suponíamos que no habría nadie. Llegué y pregunté a la taquillera si había mucha gente y me dijo que no, que había algún colegio y tal. A los 45 minutos nos tuvimos que ir. Imposible. Tienes que tachar de tu vida el cine a las 6, a las 8 y a las 10 de la noche, e irte a tomar algo… bastantes cosas en tu vida que te gustaría seguir haciendo.

Pero tiene cosas buenas. La gente te agradece bastante y más en una película como esta, que hay una legión de fans que han visto la primera parte y tienen muchas ganas de ver esta segunda y que la esperan con ansia. Y todo eso sí que te da ganas de seguir luchando, de seguir agradando a la gente.


¿Y la relación con los paparazzi?

Es más violento que te sigan y te fotografíen. Me siguen todos los días. No se cortan, no se esconden. Me da igual ver a un fotógrafo, de hecho he desarrollado ya el ojo y los ficho enseguida, los tengo bastante pillados. No me importa, pero que me sigan tirando fotos es un poco violento. Es la putada gordo de esto.

Pero conmigo se portan bastante bien, siempre hay dos que quieren sacarte de tus casillas para hacer una foto distinta y eso me parece mal: que te increpen y te insulten, porque pueden crear algo peligroso, pero son casos aislados. Es gente mala que quiere hacer daño y por dinero haría cualquier cosa. Da mucha pena y mucho miedo.

Volvamos al cine. ¿Qué fue de Combustión, la película que iba a rodar con Higo Silva?

Ese es uno de los proyectos que se ha quedado en el tintero. Ahora mismo es muy difícil que un proyecto salga adelante, que una cadena o una productora se hagan cargo. Hace años los actores podían escoger hacer el hacer una peli u otra. Desde el año pasado, los actores vamos a tener que coger lo que nos llegue porque no hay para elegir, no llegan guiones. En los próximos años vamos a tener que hacer proyectos, sean lo que sean, para poder trabajar y seguir haciendo cine o televisión.


Hasta usted nota el parón.

Y habrá más parón. Este año llevábamos pelis o producciones que ya estaban empezadas. Sé de muy pocas películas que se estén rodando y de muy buenos actores y actrices, directores, guionistas y productores que están parados.

Así que no se puede permitir dejar la televisión.

Ya lo decía hace años, cuando me preguntaban si era actor de televisión. Ahora parece que esa pregunta se ha descartado. Yo decía que no hay cine. Los actores de cine de este país ya están haciendo tele, porque hay buenos proyectos y tienen cada vez más consideración.

Pero Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti son una excepción. ¿Cree que al cine español le hace falta una perspectiva más comercial?

A mí me parece que son un tipo de película que se debería rodar más. Los americanos estrenan cien morrallas todas las semanas y pagas por ver Battleship o John Carter y sales del cine que te quieres dar de hostias. Fer me parece un mago porque hace las películas para el público.

Lo importante es que lleven a la gente joven al cine, que es el que está dejando de ir. Tengo ganas de ti tiene una calidad notable, tanto de interpretación como visualmente, me parece un proyecto digno y de muy buena calidad. Creo que se deberían hacer más películas así. No defraudamos a nadie, ni queremos tomar el pelo, ni engañamos a nadie: hacemos que la gente vaya al cine, disfrute y se lo pase bien.

¿Cree que se llegará a estrenar La mula?

Está en juicio por denuncias de las productoras. Es que no se sabe bien qué pasó. Se fue el director la última semana, se plantaba porque faltaba gente por cobrar, habría problemas de dinero. Espero que se estrene, era una película muy interesante. Estas cosas pasan y con ellas aprendes que esto no es un camino de flores como se podría pensar.

¿Fue al menos una buena experiencia profesional?

Sí, sí. Me fui a vivir a Andújar a preparar el acento, Michael me trató muy bien desde el principio, hablaba español, era muy fácil. Tuvimos una relación muy estrecha y me gustaría repetir con él.


¿Se ve rodando fuera de España?

Primero tengo que ponerme con el inglés, algo que quiero hacer este verano con clases intensivas por un tema personal. En este caso me fui al festival de cine de Tribeca, sé muy poco inglés y me vi en situaciones complicadas con actores.

Por ejemplo, asistí a un coloquio con Michael Moore y Susan Sarandon y no entendía nada. Y esas cosas que me gustaría tenerlas para mí, meterlas en mi mochila, no pude por el idioma.

Ya por tema personaly por vivencias que estoy teniendo en diferentes países y que no las puedo disfrutar por el idioma, pero de momento me daría mucho miedo. Me parece más interesante poder trabajar ahora mismo, para empezar, en Italia o Francia que en Hollywood, que se ve tan lejos y está al alcance de muy pocos.

De momento lo veo muy lejos, tengo 26 años y necesito formarme mucho como persona y actor, y madurar para poder enfrentarme a otros personajes.

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