Sara: ¿Y tu Aitor? ¿Por qué te enamoraste de mi?
Aitor: Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te besé nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. Y la hora exacta de ese beso eran las doce y diez y quité la pila del reloj para que se quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en que me besaste, esta metido en un reloj, para siempre, y ya nunca se qué hora es.. pero me da igual… y desde entonces miro constantemente el reloj…
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